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miércoles, 2 de noviembre de 2011

Estudio positivo del hecho religioso.Aproximación fenomenológica. Parte I

"No hay hecho religioso puro; el hecho religioso es siempre un hecho histórico, sociológico, cultural y psicológico".
M. Eliade


-Lugar de M. Eliade en la moderna ciencia de las religiones-

La ciencia moderna de las religiones nace en el SXIX con la pretensión de explicar, desde criterios influidos por el racionalismo ilustrado, el positivismo, el historicismo y el evolucionismo, la naturaleza, el origen y la evolución del fenómeno humano que es la religión.
Así mismo trata de identificar como religiosos  los hechos recensionados por la historia de las religiones y la captación, descripción e interpretación de lo que los caracterizaba.
El término fenomenología entonces será entendido como descripción detallada de los hechos que se pretendían explicar, de manera técnica (Husserl) o como procedimiento metódico tendente a captar la esencia de la religión.

Entre los elementos compartidos con la escuela francesa destacan la convicción, que se remota a Schleiermacher y la reacción romántica a la filosofía ilustrada de la religión, en la que ésta es un fenómeno peculiar, irreductible a ningun otro aspecto de la historia.
De esta corriente, y en especial de Söderblom y Otto, recibe Eliade la categoría de “lo sagrado” como clave para la interpretación de lo esencial del fenómeno religioso y para expresar el contenido de ese aire de familia descubierto por los historiadores a partir de la comparación de las diferentes religiones.
La visión de Schleiermacher actualizada por Dilthey y compartida por nuestro autor, incide en la necesidad de una aproximación comprensiva al hecho religioso, presta confianza al testimonio de los sujetos religiosos y se deja instruir por ellos en oposición al conocimiento explicativo propio de las ciencias de la naturaleza.




-La obra científica de Eliade y sus contenidos fundamentales-

Los términos a los que el autor se refiere a su obra, son “historia de las religiones” o “fenomenología de la religión”.

La obra se articula entorno a cuatro apartados: “cuestiones metodológicas”, “estudio de la experiencia religiosa y de la salvación-liberación espiritual”, “descripción de la estructura esencial y significativa del fenómeno religioso y morfología de sus manifestaciones mas importantes” y por último, “desarrollo histórico de los fenómenos religiosos al hilo de las grandes crisis históricas de la humanidad”.

-Aportación metodológica de Eliade a la ciencia de las religiones-

La pluralidad de perspectivas para el estudio de la religión, conlleva la 
consiguiente pluralidad de métodos. No hay hecho religioso puro; el hecho religioso es siempre un hecho histórico, sociológico, cultural y psicológico.

Para E. la historia de las religiones tiene que adecuarse a lo peculiar del hecho cuya cronología y evolución desarrolla. Tiene que prestar atención al fenómeno religioso, a las estructuras permanentes que presenta a lo largo de las épocas (en Husserl sería lo invariable, la esencia). Debemos familiarizarnos con un gran número de hirofanías estando  en disposición de descifrar la significación propiamente religiosa de un hecho.

Con esta necesidad de prestar atención a la condición religiosa de los hechos cuya historia establece, nuestro autor introduce la fenomenología de la religión, como momento indispensable de una historia de las religiones que no quiere renunciar a lo peculiar de su objeto. Esta fenomenología se entiende como captación e interpretación del significado de las estructuras religiosas, y añade un tercer nivel, el de la hermeneútica como parte indispensable para el estudio adecuado del fenómeno religioso en toda su complejidad.
 Entiende estos tres aspectos, el histórico, fenomenológico y hermeneútico como niveles que intervienen en todos los pasos de su estudio. Aun así, hay un predominio de la fenomenología sobre la historia.

Eliade asigna a la historia de las religiones como objtivo ineludible, el descubrimiento de estructuras religiosas universales y de alguna forma supraculturales y suprahistóricas por el hecho de que se repiten a lo largo de toda la historia y en las mas variadas culturas. 
La presencia de lo sagrado reconocido en esas estructuras revela un nivel de conciencia humana, y por lo tanto la descripción de homo religiosus pervivirá a través de la historia permitiendo proponer un nuevo humanismo a la altura de la globalización característica de nuestro tiempo.

-Estudio de la experiencia religiosa como proceso de salvación-liberación-

La obra eliadeana esta traspasada por una finalidad práctica. El hombre religioso parece preocupado por traspasar su condición meramente corporal y entrar en contacto con la trascendencia, el ser verdadero, el mas allá. Esto ha desarrollado numerosas técnicas de liberación como el yoga, la alquimia, el chamanismo o los ritos de iniciación que guardan relación con el fenómeno místico.

-La religión: naturaleza y formas de lo sagrado-

El tercer nucleo se basa en sus estudios sobre la naturaleza y las formas de lo religioso desde la categoría de lo sagrado.
Su primer objetivo es aclarar “qué es religión” (fenomenología de las religiones), el segundo es en que medida puede hablarse de una historia de las religiones. Su pretensión es poner al descubierto las estructuras permanentes, detectables en los fenómenos religiosos a lo largo de la historia.
Común a Soderblöm, Otto, J.Wach y Van der Leuuw es la referencia a lo sagrado (hierología) como categoria para expresar los rasgos comunes a las distintas religiones. 
Estos, junto a la escuela francesa de sociología de la religión a la que pertenecen Hubert, Mauss, Durkheim y Caillois, coinciden en hacer de lo sagrado la categoria central para la comprensión de la religión.

La primera considera lo sagrado como el “objeto” de la religión en un estadio previo al representado por la concepción de ese “objeto” ya sean dioses o Dios. Con ello se entra en contacto gracias a un “sentido” especial no racional, aunque dotado de alcance cognoscitivo.
Basándose en la escuela sociológica francesa, lo sagrado puede ser entendido de una segunda manera; remite a un mundo humano, a un orden de realidad en el que se inscriben los hechos humanos conocidos como religiosos y todos los elementos que los componen. Tal orden de realidad no se identifica con ninguno de los objetos ni acciones presentes en el.

El primer rasgos característico de lo sagrado en este sentido es su heterogeneidad en relación con ese otro mundo humano que designa lo profano.
La comprensión de E. asume formas de entender lo sagrado de las dos corrientes descritas; las enriquece haciendo referencia a categorías como “ruptura de nivel” e “hierofanía”; y hace el inventario y clasificación de sus formas mas importantes, denominándolo “morfología de lo sagrado”.

Las creencias (Dios, espíritu..) se refieren a la “experiencia de lo sagrado”. Lo sagrado remite en afirmaciones como ésta a un “objeto”, una “realidad” enteramente peculiar, cuyas notas distintivas son la potencia, la eficacia, la vida, el ser, la perennidad, la trascendencia, lo sobrehumano..
La sacralidad es en primer lugar, real. Eliade desarrolla en muchos momentos, la comprensión de lo sagrado como “ámbito de lo real”, asi como oposición a lo profano.

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