A.J.Heschel
-El descubrimiento de otras religiones-
Durante mucho tiempo se daba por supuesto que el cristianismo era la única religión verdadera.
Müller, discipulo de Harnack e iniciador de la moderna ciencia de las religiones aseguró que quien solo conoce una religión, no conoce ninguna.
La misión de la filosofía de la religión se convierte en una reflexión sobre esta pluralidad de religiones.
Ya Nicolas de Cusa se habia planteado el problema de la pluralidad; lo resuelve convenciéndose de que solo hay una religión verdadera que se articula en diversas confesiones y ritos. El Dios adorado de las distintas religiones es siempre el mismo. Es la diversidad del ser humano la que la convierte en pluralidad.
-La quiebra del pensaminto dogmático-
La filosofía de la religión solo encontró su espacio propio cuando Europa se liberó de la tutela religiosa a la que vivía sometida. El descubrimiento de otras religiones ayudo a esta liberación. Especialmente sensible a esta apertura fue el Renacimiento, aunque esta convulsión subió de tono con la Reforma.
Con Lutero, se reduce sensiblemente el alcance de lo sagrado. Practica una relación con Dios desprovista de milagros y magia.Weber llamo a este proceso “desencantamiento del mundo”.
Con la llegada de la Modernidad, la situación cambia. El texto sagrado era susceptible de variadas interpretaciones. Se inicia el proceso de desmitologización. Fue el metodo histórico-crítico aplicado a los textos bíblicos lo que los salvo de caer en la implausibilidad.
La filosofía de la religión propugna una reflexión libre y, en la medida de lo posible, objetiva sobre el hecho religioso.
La nueva epoca asocia religión con convulsión; habia muerto un paradigma, un modelo de comprender, explicar e interpretar la realidad. La filosofía de la religión nace entonces, con una decidida vocación emancipatoria.
-El concepto de filosofía de la religión-
La f. de la religión no puede ahorrarse el esfuerzo intelectual.
Hegel insistió en que la función de nuestra disciplina consiste en hacer hombres lucidos.
Por otra parte la f. de la religión no puede prescindir de la fenomenología del hecho religioso. Lo primordial sera comprender el fenómeno religioso, no la variedad de sus manifestaciones.
Otro tanto cabe afirmar de la sociología de la religión. El filósofo no puede definir la religión ignorando su repercusión en las sociedades conocidas. La religión es un fenómeno social que configura las creencias y practicas de sus fieles. Los simbolos religiosos pueden debilitar o reforzar la integracion social.
La psicología de la religión se ocupa de la energía del individuo. Freud tildó de ilusion a la religión. Eso si: reconoció que se trataba de una ilusion motivada por la realización de los mas antiguos, intensos y apremiantes deseos de la humanidad. Su campo de análisis no es la religión sino el impulso religioso de sus miembros.
Por ultimo, una filosofía de la religión no puede ignorar la historia de las religiones. La nueva ciencia de las religiones nace con una tendencia al comparativismo. Se agotaba en relacionar semejanzas externas y elementos aislados procedentes de diversas religiones. Pretendía establecer relaciones de parentesco entre ellas. En cambio el método comparativo debe partir del reconocimiento de la especificidad de los conjuntos a los que pertenecen los rasgos comparados y de la previa situacion histórica y cultural de los mismos.
No hay pues f. de la religión sin todas estas ramas. Admitidas todas, queda pendiente la tarea de lograr una definicion sustantiva.
Para Tillich, el objeto de la f. de la religión es la religión, pero ésta se resiste a ser objeto de la filosofía. La religión, el hecho religioso, huye del encasillamiento conceptual.
Otto describe la experiencia religiosa como “tremenda y fascinante”. Tremenda porque roza lo terrible, lo sobrecogedor.
La teología dialéctica de Barth proclama la absoluta trascendencia de Dios. Es una teología que rechaza el término religión: no somos los hombres los que accedemos a Dios, es Dios quien desciende a nosotros.
Kolakowski, a finales del SXX, aunque no ofrece una definición de f. de la religión, sí distingue entre tradición alemana y anglosajona. Para la primera, filosofía de la religión es “parte constitutiva de la filosofía de la historia”, con lo que a menudo se especula sobre el sentido y la finalidad de los procesos históricos. Pone como claro exponente a Jaspers.
En el caso de la anglosajona, ésta procede mas empíricamente. La filosofía analítica aborda los temas religiosos de forma parecida a como lo hacía la teología natural: intenta probar racionalmente sus contenidos.
El transfondo de los grandes proyectos filosóficos de Occidente es la fe cristiana. Pero esa fe cristiana no se alimenta, ni se mantiene a base de proyectos filosóficos.
Welte, que considera a Santo Tomas como padre de su filosofía, plantea su rechazo al vacio alegando que no podemos proceder de la nada. Tiene que existir un fundamento último que explique adecuadamnte el surgir de la realidad. Considera al hombre como realizador de religión.
Rahner se ocupa si cabe aun más de las preguntas últimas, las que afectan al sentido de la vida y la muerte. Llega a identificar filosofía de la religión con metafísica.
La f. de la religión tendrá que seguir atenta a lo que Elíade llama “el terror de la historia”. H. Peukert exige que nuestra disciplina asuma la experiencia del sufrimiento como punto de partida de su reflexión.
Bloch exige a la f. de la religión que se enfrente de una forma crítica, abierta a lo que el denomina “el mal metafísico”, lo que no depende de nosotros. Se trata de las negatividades invencibles, de las que no podemos atribuir a la ordenación social. Su máxima expresión es la muerte.
Hoy por hoy, en la f. de la religión prevalece una desconcertante pluralidad de planteamientos, soluciones y métodos. Solo en un punto parece haber unanimidad: en asignar a la filosofía de la religión la responsabilidad de buscar respuestas a preguntas que carecen de ella.
La filosofía analítica de la religión llega hasta nosotros en una doble vertiente. La denominada Philosophical Theology, muy cercana por su temática y su método a la tradicional teología natural; y por otra parte, los importantes y finos análisis del lenguaje religioso, en seguimiento del segundo Wittgenstein.
Podemos concluir que la filosofía de la religión es de amplitud temática, de reflexión crítica, abierta, rigurosa y no confesional sobre los temas relacionados con la religión.
Fuente: "Filosofía de la religión" Estudios y textos. Manuel Fraijó. Ed Trotta
No hay comentarios:
Publicar un comentario