--> "El valor de una nación no es otra cosa que el valor de los individuos que la componen."J.Stuart Mill
-Relaciones difíciles entre el estado y la nación-
"La nación nos remite a la voluntad de
seguir conviviendo juntos en el futuro" (Ortega).
Se deben superar los
particularismos y realizar un proyecto de vida común.
-Modelos de relación entre estado y
nación-
El estado republicano laico de corte
francés, en el que la unidad del
territorio está garantizada y los problemas se vinculan a la
cohesión social y a la identidad cultural, se plantea una serie de interrogantes, ¿Es capaz el
estado de asegurar la lealtad de los ciudadanos?.
En el caso de la
inmigración, ¿A quiÉn debe conceder el derecho de ciudadanía?
¿Cabe una integración social sin derechos ni bienestar?
Desde
distintos estamentos de la sociedad, se plantea la necesidad de
acabar con la excepción francesa, por entender que un modelo basado
en la intervención del estado, no puede resistir la prueba de la
competitividad económica, la deslocalización de las empresas y la
innovación tecnológica.
En momentos de dificultad, los
políticos aseguran a la ciudadanía autóctona, una situación
privilegiada frente a los que vienen de fuera.
El estado multicultural, también pasa
por dificultades; en Inglaterra, después de los atentados del 11M,
los ciudadanos se replantean si la abstención del estado es una
buena solución a los conflictos sociales. Este, había operado
permitiendo la expresión pública de todas las diferencias
religiosas y culturales, pero corría el peligro de abandonar a su
suerte a las distintas minorías culturales sin crear un vínculo
moral que superara las diferencias.
Frente a estos modelos, el estado
español, además de tener que hacerse cargo del problema de la
inmigración, tiene que articular una pluralidad de sentimientos
nacionales. La incorporación a Europa también plantea el problema de
la compatibilidad entre las tres identidades.
Ante la globalización, la
internalización del mundo económico se une a la reivindicación de
la identidad. Los individuos se sienten parte de la comunidad,
miembros de una nación cuando sus derechos están garantizados y
cuando sus sentimientos de pertenencia están reconocidos y
salvaguardados.
-Del Estado liberal al Estado social-
Durante el SXX, ante la amenaza de la
revolución comunista, las fuerzas conservadoras Europeas permitieron
la interrupción de las instituciones liberales, el desmantelamiento
de las democracias representativas y la supresión de los partidos
políticos.
En el caso de España la derrota de la República, consolidó la dictadura de Franco.
La diferencia con los
países europeos, es que estos si recuperaron las instituciones
democráticas a partir del final de la 2GM. Se produce entonces, unido
al mejor liberalismo, el pacto del estado de bienestar.
Este modelo de estado, solo es posible
con la unión de las distintas fuerzas políticas, el pensamiento
social cristiano, el socialismo democrático, el liberalismo
progresista y del comunismo antifascista. Todos ellos consideran que
no es posible volver al viejo Estado liberal.
El modelo se justifica por varias
razones; la división del mundo en bloques militares hace que en
Europa occidental el modelo social tenga que competir con la
atracción que provoca el modelo soviético en sectores importantes
de los trabajadores europeos.
La forma que encuentra el capitalismo
de integrar a los trabajadores europeos es mostrar la superioridad de
un capitalismo humanizado frente a las consecuencias imprevisibles de
los procesos revolucionarios. La existencia de partidos comunistas
fuertes n Italia y Francia, facilita conceder derechos sociales para
evitar el crecimiento de la filiación y que crezcan esos partidos.
Teniendo muy en cuenta la crisis de los años 30, el consenso se
produce en torno a la política económica.
Se acepta como elemento de consenso el
antifascismo y la desideologización y la tecnocracia como recurso en
apogeo.
Los partidos políticos se convierten
en grandes máquinas electorales que tratan de encontrar apoyos en
todos los sectores del espectro social.
Hasta la crisis de 1973 se desarrolla
este tipo de políticas; a partir de esta fecha, comienza el ataque
neoliberal al estado de bienestar y una proliferación de movimientos
sociales que cuestionan los límites de la política institucional.
Son los años en los que se producirá la caída de las dictaduras en
Portugal, Grecia e Italia.
-Un doble ataque al Estado social-
Hayek- el estado de bienestar conduce de
una manera suave pero peligrosa a fórmulas de servidumbre; hay que
revindicar el papel del mercado frente al estado, la iniciativa
privada frente a la empresa pública y la empresa frente al
sindicato.
Comienza toda la retórica favorable a
la privatización, a la desregulación, a la flexibilidad, a la
temporalidad, a la desinstitucionalización.
El malestar del mayo francés, habló de
devolver los valores al centro del debate sobre los principios que
deben regir la vida pública. Estamos ante una crítica de los
valores de la autoridad, de la familia, de la escuela, la patria y la
religión.
Esta reivindicación libertaria es una
doble crítica al estado social que implica una crítica al proceso
de desideologización que se había dado tras la 2GM y que llega hasta
el momento actual. El estado se nos presenta de forma dual, mínimo
en lo económico y máximo en lo moral o intervencionista en lo
económico y permisivo en lo moral.
-El estado mínimo(economía) y máximo
(moral)-
Con la irrupción del neoliberalismo,
el estado se nos presenta en dos dimensiones: en la constitución de
mayorías electorales, y en las funciones que debe cumplir.
Cuando M.Thatcher irrumpe en la
política, en medio de la crisis de los 70, el estado no puede
sufragar un gasto público desbordado; hay que devolver los recursos
económicos a los particulares para que ellos compensen privadamente
las desventajas de lo público.
En medio de los sectores que detentan
el poder económico y los trabajadores parados, se sitúan los
trabajadores con empleo fijo, los funcionarios, los sindicatos y las
nuevas clases medias.
Se les incita a participar en los beneficios
del modelo, rebajando la carga fiscal y engrosando las filas del
llamado capitalismo popular. En la cultura de la satisfacción, el
pensamiento es dejar que el tiempo actúe y vaya arreglando las cosas mas
que incrementar el poder del estado mediante un aumento de la presión
fiscal y un incremento del gasto público.
El planteamiento de M.Thatcher,
conectó con lo que se ha denominado la revolución conservadora
(Reagan).
El estado no debía intervenir en la vida económica para
regular las condiciones laborales o para garantizar los derechos
económico-sociales, ese estado tenía una misión importante en el
campo de los valores y en la relacion entre legislacion y la moral.
El discurso neoliberal pide al estado
que no rompa con las leyes naturales del mercado. El discurso
neoconservador le exige que intervenga y que ponga cota al
relativismo moral.
Con Juan Pablo II existe una conexión
entre el socialismo de los países del este y la herencia de la
ilustración. El esfuerzo del socialismo por profundizar en el legado
ilustrado, por subrayar el antropocentrismo, por constituir un mundo
sin dios ha llevado a la degradación moral de los países gobernados
por el comunismo.
El estado ya no tiene que auspiciar la
negociación, el pacto, el acuerdo entre las partes ni avalar la
redistribución de la riqueza. Esas funciones benefactoras traen mas
perjuicios que beneficios ya que provocan la servidumbre de las
poblaciones, la pasividad y la incapacidad de salir adelante.
El enemigo de esta concepción liberal
conservadora es doble: el estado social y el estado laico.
La democracia liberal occidental se ve
amenazada por el islamismo radical y ello afecta tanto a la identidad del
estado como a la relación entre estado y derecho. Con esta situación,
no se puede combatir estando en un estado de derecho. No se puede
pensar en respetar los derechos de los individuos cuando una nación
esta en peligro.
Derechos que parecían consolidados van
desapariciendo; es esta nueva versión de la razón de estado la que acaba
con el estado de derecho.
-La superviviencia del estado social y
la apuesta del estado laico-
Los defensores del estado social
sostienen, que el gran pacto histórico entre capital y trabajo que se
produjo después de la 2GM es una conquista de la que no se puede
prescindir.
Las deficiencias de un estado liberal, abstencionista en
lo económico, no garantizaba los derechos de primera generación
(derecho a la libertad de expresión, a la libertad de religión y a
la libertad de cátedra).
En el campo de la educación aparecen
mayores diferencias: un estado confesional que considere tarea
educativa el estudio de la religión oficial del estado frente a un estado que
considere que la educaciÓn es instrumento esencial para lograr la
cohesión social y la vertebraciÓn de la nación.
Para lograr la legitimidad del estado
social, son necesarias unas mayorías electorales dispuestas a apostar
por el igualitarismo y la universalización de los servicios públicos.
Esta apuesta solidaria, universalista,
es cada vez mas difícil en sociedades por donde impera el individualismo consumista por un lado, y por el otro están presas del
miedo y la inseguridad.
Los elementos de bienestar no pueden
llevarse a cabo sin recursos. No es factible mantener una economía
competitiva cuando se produce una internacionalización de la vida
económica donde es posible producir en otras partes del mundo sin
tener que negociar con los sindicatos ni respetar las condiciones
laborales o el medio ambiente.
Cuando la sociedad europea se ha
planteado el paso de los derechos de segunda generación a los de
tercer (democracia económica), se ha producido un retroceso.
Cuando se habla de integrar al otro y
de asumir una nueva realidad multicultural, se defiende preservar
unos valores que todos pueden compartir ya que no se basan en la
estima ni en la religión sino en el patriotismo constitucional.
Fuente: Ciudad y ciudadanía. Ed. Trotta. Ensayo de A.G.Santesmases
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