Hola a tod@s!
Analizando lo ocurrido recientemente en Túnez, he estado preguntándome si esta revolución social podría afectar a países colindantes… cual ha sido mi sorpresa al comprobar que un país como Egipto, se está movilizando también.
¿Pero qué es lo que está ocurriendo en Túnez?
Voy a resumir y a dar mi punto de vista (con la poca información que nos llega), sobre los últimos acontecimientos a ver si sacamos algo en claro.
El señor Zine Abidine Ben Ali, actualmente ex presidente de Túnez , llega a su cargo en 1987 después de un golpe de estado (como casi todos los que se convierten en dictadores).
A partir de ese momento, se van sucediendo todo tipo de violaciones de los derechos humanos en el país, control de los medios de comunicación, represión contra ciudadanos que en algunos casos se manifestaban de forma pacífica, difamaciones y represiones a la débil oposición y todo tipo de tropelías, siempre con el beneplácito de la ONU y la denuncia de muchos organismos internacionales como Amnistia Internacional y Reporteros sin fronteras (o sea que nuestros países, avisados estaban).
Hasta que un día el pueblo, harto de tanta dictadura, se une desafiando el toque de queda impuesto por las fuerzas policiales y las revueltas se empiezan a extender por todo el país.
Y aquí lanzo una pregunta al aire,
¿No era Túnez el paraíso del descanso para todos los ejecutivos y recién casados de Europa? ¿Cómo es que ningunos de nuestros gobiernos consideraba que viajar a un país donde existía una dictadura de hecho podía ser peligroso?
Pues la respuesta está clara,
Intereses económicos tanto por parte de Túnez como del resto de los países.
Lo que empieza a principios de año como un levantamiento social se complica con la gran cantidad de desempleados (aunque la renta per cápita no es de un país pobre) que demanda una solución urgente pues literalmente muchos de ellos se mueren de hambre.
¿Cuál es la solución del presidente Ben Ali?
Prometer, prometer y prometer…pero ninguna acción real y efectiva. Así que el pueblo se empieza a cansar de tanto esperar y la oposición, antes débil se reorganiza.
A partir de aqui, este movimiento de protesta se convierte en un movimiento de democratización. Con lo que el Presidente del país no tiene más remedio que jubilar a todo su gobierno…o eso prometía él. La realidad era que este lavado de imagen no afectaba a las carteras decisivas sólo a las aparentes.
¿Qué ocurre mientras tanto con los turistas?
Pues que salen en desbandada y los países de origen empiezan a tomarse en serio las revueltas tunecinas. Os podéis imaginar lo que significa económicamente esto para un país mayoritariamente turístico.
Una vez que se ha declarado el estado de emergencia, se cierran las fronteras y el espacio aéreo, y por fin, España, Suiza, Alemania y demás países, emiten advertencias para los que quieran viajar.
La sensación que me da hasta este momento, es que en ningún caso sospecharon que una revolución podría acabar exitosamente en un país árabe (un par de wikicables hablan de este tema tres años antes, sinceramente vergonzoso).
Que se ande con ojo occidente, porque subestimar a la disidencia y su posible influencia beneficia al pueblo y perjudica a los gobiernos,(que sigan así, sin escuchar).
Ya sabemos lo que viene a continuación, Ben Ali, huyendo del país, su mujer con kilos y kilos de oro dándose a la fuga y nuestros países diciéndonos que Túnez no era una dictadura…
Pero el pueblo tunecino no se conforma con que se vaya el presidente, quieren que desaparezcan todos los antiguos miembros del gobierno. Aunque siguen las manifestaciones, la policía pone escasa resistencia y los militares se mantienen al margen (muy peligroso esto).
¿Cuales son entonces las fuerzas democráticas que tiene Túnez para asumir el poder en un futuro?
Despertemos a la cruda realidad. La oposición tunecina es débil y está dividida, mientras que las fuerzas militares (de ahí que no atacaran drásticamente a la población) pueden estar esperando una oportunidad para subir al poder.
Las negociaciones están comenzando.
Parece ser que el dirigente más fuerte de la oposición es Ahmed Najib, líder del partido democrático progresista, legalizado pero con representación escasa desde 1988.
Los partidos islamistas han sido prohibidos así que por ahora no entran en la negociación (beneficioso por otra parte ya que lo que les faltaba es que un partido religioso cogiera poder).
Las últimas noticias hablan que posiblemente el partido comunista participe en las negociaciones.
Pero,
¿Qué ocurre con los exiliados?
Ponen sus esperanzas en Marzouki, muy conocido entre ellos pero poco representativo para los tunecinos.
La situación es todavía muy delicada. La clave está en dejar al pueblo que decida y que participe en la transición democrática de la forma mas pacífica posible. Los demás países, Francia, EEUU y demás intervencionistas deben permanecer al margen todo lo que puedan, no vaya a ser que por intervenir, el pueblo decida poner en el poder a un militar (Rachid Ammar, decisivo curiosamente en el derrocamiento de Ben Ali).
A parte de lo que pueda ocurrir, y que deseo de todo corazón que se llegue a un proceso democrático, la pregunta del millón es:
¿Existen países limítrofes que tengan una situación parecida y que puedan verse influenciados hacia un cambio democrático en sus países?
La respuesta es: SI.
Veremos en los próximos días que ocurre en Egipto, también gobernado por un dictador (aunque a EEUU no le guste este apelativo), con un grado muy alto de desempleados y con un factor muy fuerte en contra: el 40% de su población es analfabeta y esto hace difícil cualquier movimiento democrático…Esperemos que no quede todo en agua de borraja.
Un último apunte:
¿Les interesa a los países occidentales que se democraticen los países de Oriente Medio?
No lo tengo claro.
De Vikita Jimenez
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